Croqueta de jamón Joselito

Elaboración mejorada:

Infusión de leche:

Comienza calentando la leche a fuego suave, agregando las puntas y huesos de Joselito. Deja que infusionen durante unos 30-40 minutos a fuego lento, asegurándote de que la leche absorba bien el sabor del jamón. Cuela bien la leche antes de continuar con el siguiente paso para eliminar los restos de huesos y puntas.

Preparación del roux:

En una sartén grande, fondea la paletilla de Joselito (corta en trozos pequeños para liberar mejor el sabor) con una pequeña cantidad de mantequilla. Asegúrate de que la paletilla se cocine lentamente a fuego bajo para liberar su jugo y que la mantequilla se infunda con su sabor.

Añade un toque de esencia de jamón Joselito para intensificar el sabor del jamón en la base.

Incorpora la harina tamizada poco a poco, removiendo constantemente para evitar la formación de grumos. Cocina el roux durante unos 5-7 minutos, hasta que tome un color dorado suave, sin que se queme.

Incorporación de la leche infusionada:

Poco a poco, añade la leche infusionada a la mezcla de roux, batiendo constantemente para que se mezcle bien y se forme una crema suave. Asegúrate de que no se formen burbujas ni se pegue en el fondo de la sartén.

Cocina a fuego lento hasta que la mezcla espese y obtengas una consistencia homogénea. Ajusta la sal y pimienta al gusto, considerando que la leche ya tiene el sabor del jamón.

Finalización de la masa:

Fuera del fuego, incorpora la nata líquida (preferiblemente fría) para darle cremosidad y suavidad a la mezcla. Si deseas un toque extra de sabor, también puedes añadir unas gotas de aceite de oliva virgen extra.

Enfriar la masa en una bandeja plana. 

Boleado, empanado y fritura:

Una vez que la masa esté completamente fría y firme, realiza bolitas del tamaño deseado.

Pasa las bolitas por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado de buena calidad. Para un empanado más crujiente, puedes repetir el proceso de huevo y pan rallado.

Fría las croquetas en aceite caliente (aproximadamente a 180°C) hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Usa una freidora o una sartén profunda para un mejor control de la temperatura del aceite.

Escurre las croquetas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.