Joselito, el manjar de la felicidad

6.SEP.2025

Muchas veces, cuando nos disponemos a cortar o a disfrutar de un plato de jamón Joselito, observamos unos pequeños puntos blancos en la superficie de la carne del jamón. Muchas personas piensan equivocadamente que dichas marcas indican que el jamón está en mal estado o carece de la calidad esperada, pero es una idea errónea y en realidad se trata de todo lo contrario. Esas pintas blancas, de consistencia caliza y de sabor peculiar no son sólo un índice de calidad, sino también pequeñas porciones de felicidad.


Durante el proceso de curación y maduración del jamón Joselito, las distintas piezas liberan, en mayor o menor medida, tirosina, que es uno de los 20 aminoácidos que forman las proteínas de todos los seres vivos y el encargado de producir la molécula que transmite al cerebro la sensación de placer y bienestar.


Aunque es cierto que la tirosina no es esencial en los mamíferos, es imprescindible para producir una de las moléculas que se encargan de prevenir dolencias y enfermedades como el Parkinson o el albinismo, lo que indirectamente significa que la hace necesaria en nuestro organismo.


Entre todas las particularidades que tiene la tirosina destaca la de ser muy poco soluble, de tal manera que cuando los jamones van perdiendo progresivamente el agua que contienen a causa del proceso de deshidratación propio de la curación, esta molécula se degrada y forma pequeños cristales de color banco en la superficie de corte del jamón. Así pues, cuanto más larga sea la curación y mejores sean las condiciones en las cuales se haya hecho de forma totalmente natural, mayor número de “puntos blancos” tendrá nuestro jamón Joselito y, por tanto, más dosis de felicidad proporcionará.


A parte de todos estos indicadores, los puntos blancos también son la muestra de que el cerdo Joselito se ha alimentado correctamente, en las mejores condiciones posibles. La dieta del Happy Pig Joselito es 100% natural y está basada en la bellota y hierbas frescas. Unos alimentos que el animal encuentra en la dehesa, su hábitat natural, y dónde recorre en completa libertad diariamente 10 km en su búsqueda.


Por lo tanto siempre que comamos una loncha de jamón Joselito y observemos unas pintas blancas en su superficie, no debemos asustarnos, ni pensar que no estamos comiendo un producto de calidad o en mal estado, sino todo lo contrario, porque en realidad estaremos ingiriendo una pequeña porción de felicidad.

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